«Mantener la esencia mientras se evoluciona» podría ser la frase que mejor caracteriza a Marimon, Buendia & Carranza, una correduría con una larga trayectoria que ha sabido adaptarse a los cambios del sector manteniendo intactos sus valores de cercanía, especialización y compromiso con el cliente. En esta entrevista, David Carranza, socio director, comparte su visión sobre los retos actuales, la importancia de la innovación y su incorporación a Cojebro.
Con más de 85 años de historia, ¿cómo ha evolucionado Marimon Buendia & Carranza
para adaptarse a los cambios del sector asegurador y mantener su posición como referente en asesoramiento personalizado?
Efectivamente, mucho ha cambiado desde el año 1939 en el que el señor Marimon emitiera las primeras pólizas para asegurar carros y caballos. Todavía conservamos algún original de la época. Ese legado fue continuado por el Sr. Buendia y mi trabajo diario es potenciarlo para que cuando lleguen nuevas generaciones puedan llevarlo a otro nivel.
Nuestro día a día se centra en mantener los valores de la correduría para que cualquier miembro de nuestro equipo nos ayude a seguir siendo líderes en atención personalizada, trato cercano y eficaz con nuestro entorno. Para mí, la formación y la cercanía hacia el equipo son prioridades básicas. Sin atender esta prioridad no habría equipo y sin él no existiríamos.
La correduría destaca por su enfoque personalizado y profundo conocimiento del sector.
¿Cómo se traduce esto en la relación con sus clientes y en la selección de soluciones
aseguradoras?
Nuestra visión es que se deben forjar y potenciar relaciones (tanto con clientes como con
aseguradoras) en las que se compartan los mismos valores que se promueven desde la correduría.
Nunca debemos olvidar que nuestro negocio depende de un equilibrio de tres figuras (cliente –mediador – aseguradora) y que es imprescindible que las tres perciban valor de la relación para que exista estabilidad a largo plazo. No hay negocio si solo dos de las partes ganan. Bajo este prisma, estudiamos de manera frecuente los datos para medir necesidades que puedan existir y poder ofertar productos excelentes para quien los valore. Nuestra marca SDF Seguros a Valor Pactado que ofrece soluciones para altos patrimonios y vehículos de alta gama es un claro ejemplo de ello.
La innovación es uno de los pilares de su crecimiento. ¿Qué iniciativas o proyectos
recientes han implementado para modernizar sus servicios y procesos internos?
En los últimos años nos hemos centrado en crear un modelo de negocio basado en especializaciones y que por sí mismo genere externalidades positivas para todas las partes (cliente, correduría y aseguradora). Gran parte de los proyectos que desarrollamos en interno van directamente relacionados con potenciar a ese cliente que ya tenemos en cartera, pero del que no tenemos esa visión global. En este sentido, hemos cambiado nuestro ERP, implementado un CRM y tenemos reuniones mensuales para evaluar cómo nos podemos beneficiar de las facilidades y simplificación de procesos que la IA puede aportarnos.
En mi opinión, esos proyectos terminan por ser exitosos, no debido a que tengamos mejores ideas que nadie, sino simplemente con un seguimiento cercano y siendo rápido en cortar lo que no funciona y potenciar aquello que sí. Sin duda, disponer de un equipo que congenia juventud con experiencia ayuda a que potenciar estos cambios sea un éxito.
Los desastres naturales y las crisis inesperadas parecen haber incrementado la preocupación por los riesgos. ¿Han implementado en Marimon Buendia & Carranza nuevas coberturas o productos específicos en respuesta a estos eventos y a la mayor demanda de protección?
No es nada nuevo decir que el sector asegurador es un sector conservador. Un profesional al que admiro me hizo no hace mucho una reflexión sobre lo que es riesgo y lo que es incertidumbre: lo que es estadísticamente conocido (y se le puede poner precio) y lo que sin mayor información no puede tener una prima.
Todas estas situaciones de incertidumbre nos llevan a tener que ser más incisivos en la gerencia de riesgos con nuestros clientes. Que los clientes dispongan de planes de contingencia ha pasado de ser un opcional a una obligatoriedad. Con esas revisiones periódicas, afloran riesgos y nos permiten un asesoramiento para controlar con ellos cuáles son transmitibles (y en qué grado) al mercado asegurador y cuáles deben ser retenidos por el cliente.
¿Qué papel creen que jugará Cojebro en esta nueva etapa para Marimon Buendia &
Carranza, y cómo encaja con vuestra visión de crecimiento y colaboración en el sector?
Desde mi entrada en la correduría siempre había sido reacio a las asociaciones, y nuestra entrada en Cojebro ha demostrado cómo de equivocado estaba.
La verdad es que somos “de los nuevos”, no hemos acudido tan siquiera a la primera asamblea, pero desde el minuto 0 hemos notado todo el apoyo del equipo. Nuestra apuesta por la formación es muy firme y en Cojebro hemos encontrado un grupo de personas que entienden este negocio como nosotros, primando siempre la capacitación de nuestro entorno. Las sinergias existentes gracias al grupo tan potente que se ha creado trascienden más allá del día a día del negocio y aportan un retorno tangible e inmediato.
En un mercado cada vez más digitalizado, ¿cómo equilibran la tecnología con el trato humano y cercano que caracteriza a su correduría?
La tecnología puede ser usada para distintos fines. Nuestra manera de entender la digitalización es que debe ser usada para ayudar al cliente final a que su interacción con nosotros sea aún más satisfactoria. Todo ello se traduce en mayor agilidad en nuestros procesos internos, minimizando errores y evitando trabajo manual que el usuario final no percibe. De nuevo, en todo este proceso disponer de un equipo joven, altamente familiarizado con las nuevas tecnologías nos da un punto de partida ventajoso. Su concepción de la omnicanalidad ha sido siempre de gran ayuda y su ímpetu, junto con la tecnología, nos ayudan a mantenernos al día.
Mirando hacia el futuro, ¿cuáles son los principales desafíos y oportunidades que identifican en el sector asegurador y cómo planean afrontarlos?
No hay desafío sin oportunidad y cualquier empresario en su ámbito de actividad debe tener el radar siempre alerta. En nuestro caso y centrándonos en las corredurías definiría cuatro grandes áreas: Implementación de la IA, Uso del dato, Cumplimiento normativo y Especialización. Estos retos son especialmente importantes para estructuras pequeñas, más aún si cabe, con los movimientos de integración existentes. No pasa a nadie inadvertido que grandes estructuras que ofrecen estos proyectos facilitarán, con presupuestos relevantes, cualquiera de los puntos comentados anteriormente.
Creemos que nuestro modelo, con líneas de negocio que constantemente se aportan un valor recíproco, es resistente a esos desafíos y, como siempre, nuestra responsabilidad es estar atentos a nuevas oportunidades para potenciarlas cuando su implementación arroje un resultado positivo.


