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Los corredores, el toque humano del seguro

Carmen Peña, Directora de PymeSeguros

Es curioso que el corredor de seguros sea tan desconocido para el público en general y tan valorado por los que disfrutamos de su asesoramiento. Sobre todo, teniendo en cuenta que el corredor es una figura que pasa a ser esencial en los momentos críticos: cuando tienes que contratar un seguro y no sabes qué coberturas son las más adecuadas para ti, ni tienes acceso a toda la oferta del mercado; y cuando se produce el siniestro y necesitas a ese interlocutor que sirva de intérprete para poder entenderte con la aseguradora.

En mi opinión, el toque humano del seguro se consigue, en gran medida, a través de ellos. De hecho, no alcanzo a ver qué sería del seguro si no existiera el corredor. Para mí, es esencial en un negocio como el asegurador que mueve tantos millones de euros y en el que se precisa de una figura, como el corredor, que lo humanice.

Últimamente, se oye hablar mucho de la Inteligencia Artificial (IA) y lo que puede hacer cambiar al Seguro. Pero cada vez hay más voces que indican que en el negocio de los corredores servirá para ayudarles a hacer su trabajo de forma más eficiente, pero jamás podrá sustituirles. La razón está en que, precisamente, el punto fuerte de los corredores es el punto débil de la IA: el trato personal y el trato humano con el cliente.

Sin embargo, la importancia del corredor de seguros en el trato con el cliente, contrasta con el hecho de que no se le dé la relevancia que tienen por parte de ciertas aseguradoras.

Recientemente, en una jornada en la que se les reconocía la enorme función que habían realizado con la Dana de Valencia, al haber estado al lado de los ciudadanos, al improvisar oficinas en furgonetas para poder estar donde se les necesitaba, al haber tenido que trabajar fuera del horario laboral para agilizar la presentación de siniestros… se quejaban de la falta de información que les llegaba. No entendían cómo siendo uno de los actores principales en la tramitación de miles y miles de expedientes que han llegado al Consorcio de Compensación de Seguros y a las aseguradoras implicadas, no contaban con acceso a la información sobre cómo iban esos expedientes. Eso les impedía poder comunicar adecuadamente a los damnificados en qué punto estaba su tramitación y cuándo podrían cobrar.

Siempre se ha dicho que la información es poder y, por eso, hay que controlar en qué manos está. Pero creo que no estaría de más que esa información llegara al cliente a través de los corredores de seguros, que son sus valedores. Para poder tranquilizar a los asegurados, los corredores necesitan toda la información y participar en las decisiones clave que se toman en torno a los seguros, porque son una pieza fundamental del sector. Algo falla, si se deja fuera de la información a la parte humana del seguro. Si se prima el lado partidista antes que el bien del asegurado, defendido por su corredor de seguros.

¿Dónde queda la máxima de que ‘el cliente está en el centro’ y que ‘las políticas empresariales de las aseguradoras tienen que estar orientadas a las necesidades de los asegurados’? Si realmente se quiere potenciar esa política, creo que es importante no dejar a un lado a los corredores, porque son la voz del asegurado.

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