¿Cómo definiría el momento que atraviesa Santalucía en la actualidad y con respecto a los complejos momentos que estamos viviendo?
Estamos en un mundo en profunda transformación, en el que podemos suponer que el futuro tendrá poco que ver con el pasado. Las dos primeras décadas de este siglo nos han puesto ante situaciones desconocidas y en muchos casos inimaginables, que lo han cambiado todo y a todos. SANTALUCÍA, como el resto de los agentes económicos, está inmersa en un proceso de transformación para responder a los retos a los que nos enfrentamos. Este año, además, celebramos nuestro Centenario, un hecho que nos da la oportunidad de recordar y valorar nuestra historia. Una historia de transformación e innovación constante para ofrecer soluciones a las nuevas necesidades y realidades sociales que iban surgiendo en cada tramo de este largo camino. Así que, tenemos ya un cierto hábito de afrontar lo nuevo, lo distinto y lo inesperado.
¿Qué nuevas estrategias se han puesto en marcha para adaptarse a los nuevos tiempos?
Nuestro Plan Estratégico 100+ traza la hoja de ruta para estos tiempos nuevos. El Plan establece tres grandes vectores que señalan hacia dónde nos vamos a dirigir: digitalización, sostenibilidad e internacionalización. Las grandes palancas de apoyo serán la eficiencia, buscando mejorar la competitividad, la innovación, siendo capaces de ver las cosas con un ángulo creativo y generando nuevos productos y servicios, y, por supuesto, las personas, que son las que tienen que hacer realidad esas metas y aspiraciones. Todo ello focalizándonos siempre en los clientes, tanto externos como internos.
¿Cuáles son los factores diferenciales de una compañía como la que dirige?
Cada empresa tiene una personalidad propia y única que es lo que la hace distinta a las demás. Como he mencionado, nuestra empresa es el resultado de un proceso de adaptación continua durante 100 años. En ese largo periodo hemos combinado la modernidad de la innovación con el sostenimiento de las mejores tradiciones, siempre con la misma vocación de servicio y cercanía a nuestros clientes. Nuestros fundadores fueron emprendedores que crearon un servicio que no existía y que daba respuesta a una necesidad urgente de la España y los españoles de 1922, y, desde entonces, procuramos mantener ese espíritu emprendedor, evolucionando y adaptando esa idea inicial a las nuevas demandas del mercado.
En todo ese largo camino hemos mantenido una misma esencia: el cuidado de las personas, su protección, bienestar y seguridad, un aspecto que el mundo está ahora redescubriendo pero que siempre ha sido decisivo, porque la seguridad es un bien sustancial para la sociedad. Al final, de lo que se trata es de dar una respuesta adecuada y global a los clientes, que han sido el eje central sobre el que ha girado nuestra historia centenaria.
¿Hacia dónde va Santalucía en el medio y largo plazo?
Hacia donde ha ido siempre: nuestro propósito es ser líderes como proveedores de protección, prevención y previsión, aportando confianza, seguridad y bienestar a las personas a lo largo de todo su ciclo de vida. Lo especial de este momento es que hay que hacerlo quizá más rápida y ágilmente que en el pasado, pero el rumbo de fondo tiene que seguir siendo el mismo.
¿Qué papel juega la mediación en su compañía?
SANTALUCÍA es una compañía que apuesta por la mediación. Somos una Aseguradora que nos hemos desarrollado con y gracias a la mediación. Nuestro negocio es un negocio de personas, es decir, hecho por personas para personas. Los mediadores profesionales son los que visualizan de una manera más clara esta relación personal de cercanía y proximidad. Como he mencionado, la mediación siempre ha sido clave en el Sector Asegurador y particularmente en la construcción de la realidad que representa hoy SANTALUCÍA.
La figura del mediador va a seguir teniendo un papel fundamental en nuestro Sector. El servicio que ofrecen tendrá que ir adaptándose a las preferencias de cada cliente, a través de una atención aún más personalizada, profesionalizada, de asesoramiento y servicio.
En este sentido es fundamental destacar y agradecer el trabajo de COJEBRO para ofrecer servicios de valor a sus corredurías asociadas en diferentes ámbitos y que resultan determinantes para conseguir estos estándares de atención y servicio tan altos y demandados en el entorno actual.
Recientemente se ha adherido a la alianza #CEOPorLaDiversidad promovida por la Fundación Adecco y la Fundación CEOE, ¿cuál es el objetivo?
Unirnos a esta alianza empresarial es una prueba de nuestro compromiso con la diversidad, un elemento central de las sociedades avanzadas. Las sociedades occidentales han ido avanzando y progresando por ser plurales, es decir, abiertas y diversas. Y lo que vale para las sociedades, vale también para las empresas. Que tienen, por tanto, que abrirse a la diversidad y pluralidad de personas, visiones, talentos y capacidades. No hay otra forma de progresar y enriquecerse como organizaciones.
La Santalucía de 2022 no hubiera sido posible sin el esfuerzo, la dedicación y el increíble compromiso de miles de personas muy diversas y con cualidades muy distintas que son las que han dado vida y vitalidad a este proyecto. Esa diversidad de experiencias, orígenes, talentos, género, edad o capacidades ha sido y es la fuente de renovación constante de esta empresa y gracias a eso ha llegado a cumplir 100 años. Podría decirse que no hemos hecho más que formalizar un compromiso al que llevamos adheridos desde nuestro origen.