La trasparencia y complicidad entre todos los socios de Cojebro es un elemento diferencial
La familia de José María Moreno ha estado vinculada al mundo del seguro desde hace casi un siglo. Nacieron como agentes exclusivos en el año 1943 de la mano de su abuelo, Amador Moreno, que empezó esta profesión vinculado a la compañía Mutua General de Seguros. Su fallecimiento fue prematuro y por lo inesperado de la cuestión, su padre, maestro de escuela por aquel entonces, pidió una excedencia y se hizo cargo del negocio. Eso fue en el año 1989. Dos años más tarde, en 1991, nacía Moreno Retamino Correduría de Seguros, germen de la actual empresa familiar. José María Moreno se incorporó en el año 2002, una vez que terminó su licenciatura de Historia y tras volver de México, donde estuvo cursando una beca. En la oficina comenzó archivando pólizas y fue conociendo los distintos departamentos. Desde hace 8 años está al frente de la correduría, disfrutando del trabajo junto a su padre, que juega ya un papel mucho más relajado. ¿Cuántos profesionales forman parte de Weseg? ¿Ha crecido en los últimos años? Weseg la formamos 6 compañeros, el último en incorporarse fue, hace ya 7 años, Carlos, el más pequeño de mis 4 hermanos. Actualmente él controla toda la parte interna de la oficina y yo desarrollo labores más comerciales y de dirección de la propia empresa. Además de las personas que estamos a diario en la oficina, contamos con una red de colaboradores profesionales que, si bien no comparten espacio físico, tienen relación casi diaria con nosotros. No me refiero solamente a los auxiliares (apenas tenemos, solo 3 o 4), me refiero a gabinetes periciales, informáticos o abogados especialistas en el mundo del seguro en quienes nos apoyamos para el desarrollo de nuestro trabajo. Respecto a la segunda pregunta, en estricta teoría hemos decrecido en volumen de primas intermediadas y en comisiones ingresadas, pero ha respondido a una estrategia planeada, a un cambio voluntario en el modelo de negocio. Hemos prescindido de algunos auxiliares que nos restaban rentabilidad y nos exigían más recursos. He apostado por el negocio directo y en esa parcela sí que hemos crecido. ¿Cuál es su reto profesional? ¿Hacia dónde quiere llevar este proyecto? Mi objetivo principal es profesionalizar la correduría lo máximo posible, con altos niveles de formación por parte de toda la plantilla. Me gustaría consolidar una empresa que dependa cada vez menos de la intervención directa de las personas, lograr un negocio con la mayoría de los procesos automatizados, que aminore el riesgo de errores, que sea capaz de aportar calidad en los servicios que prestamos a los clientes ganando en eficiencia. Mi ideal de correduría es una en la que las personas solo intervengamos en aquellas cuestiones donde realmente podamos aportar valor, conseguir que un cliente se vaya con un nivel de satisfacción elevado cada vez que precise de nuestra ayuda. ¿Cuál es el valor diferencial que Weseg ofrece a sus clientes? No creo que Weseg haga nada que lo haga diferente a otras corredurías profesionales del sector. No hay secretos en nuestra profesión, en casi ninguna los hay. Trabajamos duro, intentamos dar el mejor servicio a nuestros clientes, pretendemos aportar negocio de calidad a las compañías, procuramos estar lo más formados posible y lo más actualizados que podemos. Y como cualquier travesía, es mejor hacerla en buena compañía, para nuestro proyecto presente y futuro hemos decidido ir de la mano de Cojebro, que nos permite aprender de excelentes compañeros corredores y apoyarnos en ellos. No creo que seamos muy diferentes a la mayoría de compañeros de la asociación. Quizás la única particularidad que tenemos es que en la oficina no trabajamos de cara a la calle. No tenemos un rótulo o un cartel que anuncie siquiera la ubicación de nuestra oficina, aunque estamos situados en un lugar privilegiado de nuestra ciudad, en la calle Sierpes de Sevilla. Históricamente hemos trabajado con clientes de referencia. Solamente llegamos a aquellos que nos llaman de parte de algún conocido o a los que nosotros captamos del mismo modo. Eso nos permite filtrar mucho y optimizar resultados. Si tuvieras que definir un área de especialización de Weseg, ¿cuál sería? Nuestra área de especialización está en la formación. Es cierto que ese conocimiento aporta valor en aquellas pólizas que requieren de una confección más elaborada, y eso ocurre principalmente en los productos vinculados a empresas. Ahí es donde estamos poniendo el foco y donde más hemos crecido en los últimos años, consiguiendo que sea un ramo con un peso cada vez mayor en nuestra cartera de clientes y pólizas. En los últimos años, la conciencia sobre salud ha aumentado el interés por contratar un seguro médico, ¿lo percibe así? Sí, sin duda. Los datos no engañan y los informes de las distintas entidades sectoriales así lo indican. El servicio público de salud hace años que no goza de su mejor imagen, hoy en día tenemos Comunidades Autónomas donde las manifestaciones en defensa de una sanidad pública son muy frecuentes. Y, por si fuera poco, la calamidad que ha supuesto la pandemia de la COVID-19 ha terminado de concienciar a muchas personas. El seguro de salud tiene mucho recorrido aún. ¿Ha pasado esto con el resto de ramos? En algunos otros sí, claro. Ha aumentado el interés, por ejemplo, en todos aquellos ramos que se van desarrollando al mismo ritmo que evoluciona la sociedad y su entorno. La ciberseguridad, los seguros vinculados a las energías renovables o la responsabilidad medioambiental, por ejemplo, son productos que están emergiendo y que tienen mucho margen de crecimiento. Bajo su punto de vista, ¿queda mucha labor de concienciación aseguradora hacia la sociedad? Muchísima. Es una de las grandes carencias del mundo del seguro. No educamos a la sociedad, no la concienciamos. No le explicamos qué es y para qué sirve un seguro. En la calle la mayoría de usuarios no conoce la diferencia entre un agente y un corredor, entre un mediador y una compañía. El sector tampoco ayuda, utilizamos un lenguaje muy técnico y, sobre todo,