Tras un período vacacional de diversión y desconexión, llega la vuelta a la rutina: la llamada ‘vuelta al cole’. Adaptarse de nuevo a los horarios y obligaciones del día a día, no siempre es fácil. De hecho muchas personas -tanto adultos como niños-, se estresan más o muestran más apatía o desanimo, los días previos a reincorporarse al trabajo o a la escuela.
Como padres, debemos intentar transmitir a nuestros hijos una visión optimista. Es decir, plantearles el regreso a las aulas como una nueva oportunidad de aprender, relacionarse y también, de pasarlo bien. De lo contrario, si nos angustiamos o quejamos delante de los pequeños; ellos también vivirán este retorno como una experiencia negativa o traumática.
Recuperar poco a poco las rutinas
Así pues, para evitar sufrir el llamado “síndrome de depresión post-vacacional”, os anotamos algunas recomendaciones para que las pongáis en práctica en familia:
- Cambiar horarios y hábitos. Para evitar que la reincorporación sea muy brusca; os aconsejamos que unos 15 días antes, empecéis a cambiar los horarios del verano. Es decir, empezaremos a establecer una hora límite para acostarse y para levantarse que se vaya ajustando poco a poco a los horarios escolares. Además, también es una buena idea volver a poner en práctica con los pequeños, rutinas propias del período escolar como: bañarse por la tarde, cenar, lectura e irse a dormir pronto. Asimismo, es un buen momento para replantear el uso de Internet, televisión y videoconsolas; evitando que utilicen las pantallas antes de irse a la cama.
- Comprar el material escolar juntos. A principios de septiembre es típico ir a comprar libros, mochilas, estuches, bolis, lápices…, en una palabra: el material escolar. Es totalmente recomendable involucrar a nuestros hijos y compartir esta tarea con ellos. Así, se sentirán partícipes y lo vivirán como algo positivo. Lo mismo en el caso de la ropa o el calzado, si ellos están presentes se sienten que forman parte y lo viven con más emoción y alegría.
- Volver a ver a los amigos del cole. Si podéis, conviene regresar a casa unos días antes del inicio de las clases. También, es interesante que nuestros hijos vuelvan a retomar el contacto con sus amigos del colegio, a los que ya llevan tiempo sin ver. De esta forma, cambiarán el chip y afrontarán con más ganas esta nueva etapa.
- De camino al cole. Las prisas nunca son buenas, pero especialmente es fundamental evitarlas los primeros días. Sin duda, ya se hace bastante duro volver como para ir corriendo y con nervios porque llegamos tarde. Por lo tanto, vale la pena que hagamos el esfuerzo de madrugar un poco más, pero que vayamos de camino al colegio tranquilos y de forma relajada.
- Al salir de clase. Les preguntaremos a nuestros hijos cómo ha ido el primer día. Es decir, en casa crearemos el espacio idóneo para que nuestros pequeños se sientan cómodos y compartan su experiencia: cómo son los profesores, si hay algún alumno nuevo… Así como anécdotas o posibles dificultades, para en caso de haberlas, poder solventarlas.
En definitiva, recuperar poco a poco nuestro ritmo habitual en cuanto a horarios, alimentación y actividades es clave para afrontar de la mejor manera el regreso a las tareas de cada día.
También es importante inculcar a los niños que cuiden el material escolar, especialmente si llevan ordenadores o tablets al cole, puesto que son objetos de alto coste y muy frágiles. Por ello, es importante contar con un seguro de rotura de pantallas e incluso robo de los mismos. Los niños juegan, corren y se divierten sin ser demasiado conscientes de los peligros o riesgos a los que se exponen. Por eso, contar con este tipo de póliza, os dará un plus de tranquilidad.
Si tenéis dudas al respecto, en Cojebro podemos informaros sobre sus coberturas y ventajas.