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Seguro de vida-riesgo y de accidentes, ¿en qué se diferencian?

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Si algo nos está enseñando este 2020, es que la vida está llena de imprevistos y no sabemos lo que nos puede pasar el día de mañana. Pero, si hay algo que podemos hacer es elegir la seguridad con la que mantener protegidos a nuestra familia y a nuestro patrimonio. Obviamente, una situación que nos deje incapacitados, de forma total o parcial, o un fallecimiento no se pueden predecir… Pero, sí está en nuestras manos, estar preparados de antemano por si alguna de estas adversidades nos sucediera. En este sentido, es importante conocer qué ofrecen los seguros de vida-riesgo y los seguros de accidentes.

Generalmente, muchas personas suelen confundirse y pensar que son lo mismo. Sin embargo, aunque comparten algunas similitudes; también, son muy diferentes. Ahora bien, lo que si son es complementarios. Es decir, para tener una cobertura completa, a menudo es recomendable contar con ambos. Pero, ¿sabes en qué consisten? Y, ¿en qué se diferencian? Te lo aclaramos:

Características básicas de un seguro de vida riesgo

Dentro de los diferentes tipos de seguros de vida que podemos encontrar en el mercado, el más conocido es el seguro de vida riesgo. Sin duda, el fallecimiento, enfermedad o invalidez de un ser querido son las contingencias más graves a las que nos podemos enfrentar. En este sentido, la contratación de este tipo de pólizas nos permite garantizar la seguridad de unos ingresos para nosotros y nuestra familia ante la ocurrencia de uno de estos acontecimientos.

En este tipo de seguros, en función de las coberturas que se tengan contratadas, se garantiza un capital en caso de fallecimiento o, en su caso, una indemnización en el supuesto de sufrir una invalidez. De esta forma, se garantiza que las personas que están a cargo del titular de la póliza, no queden desprotegidas y puedan contar con unos ingresos.

¿Y el seguro de accidentes?

Por otra parte, en el caso del seguro de accidentes, como su nombre indica, protege al asegurado únicamente en caso de accidente; es decir, la diferencia fundamental con los seguros de vida riesgo es que no cubren las contingencias por enfermedad. Es por ello por lo que los seguros de accidentes son sensiblemente más baratos que los seguros de vida riesgo. Lo más recomendable es complementar ambos seguros. El seguro de accidentes permite contratar capitales más altos a un menor precio, así que siempre es recomendable acudir a tu corredor para que te ayude a diseñar una correcta estrategia que mitigue cualquier contingencia que pueda suceder. Se adapta a cada perfil y características concretas, calculando la prima en función del capital que quieras asegurar y las coberturas que te interese contratar.

Este tipo de seguros son muy recomendables para por ejemplo, personas o autónomos que desarrollan actividades peligrosas, que viajan mucho o que tienen otras personas a su cargo. Sin duda, en el día a día, estamos expuestos a que un contratiempo pueda modificar nuestro nivel y ritmo de vida. Tanto en el ámbito privado como en el laboral, así como durante un desplazamiento, puede ocurrir un accidente que nos cambie las cosas de forma radical. Por lo tanto, contar con este tipo de pólizas puede resultar de gran ayuda.

Dos grandes diferencias entre un seguro de vida riesgo y un seguro de accidentes

La causa es la diferencia principal entre ambas pólizas. En el caso del seguro de vida riesgo cubre el fallecimiento por cualquier causa, tanto si es por accidente como por enfermedad, mientras que un seguro de accidentes sólo cubre la muerte o incapacidad del asegurado en caso de sufrir un accidente.

Otro aspecto diferente es el de la facilidad de contratación. En los seguros de accidentes, la prima se calcula únicamente en función del capital que queremos asegurar y, dependiendo de si queremos cobertura 24 horas o solamente extraprofesional, nos preguntarán la profesión y un par de cuestiones de salud.

Sin embargo, en los seguros de vida es más farragoso, ya que, en el momento de calcular la prima, además de tener en cuenta varios factores personales como: tu estado de salud, profesión y edad,  si el capital solicitado es alto, puede ser  necesario hacerse un reconocimiento médico para poder contratar el seguro. Además, la prima se va incrementando año a año, porque la edad es un factor determinante en su cálculo.

Como habrás podido observar, el seguro de vida y el de accidentes son dos seguros completamente diferentes, pero que se complementan a la perfección. Por ejemplo, es muy habitual que se contrate una póliza de vida y, posteriormente, se amplíen coberturas y se opte por contratar una de accidentes.

¿Sigues teniendo dudas sobre cuál de estos dos productos aseguradores te conviene más? En Cojebro, nuestros corredores están a tu disposición para asesorarte sobre qué póliza se adapta mejor a tu perfil y necesidades. ¡Ponte en contacto con nosotros y te informaremos!

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