Cuando escribo estas líneas es día 19 de septiembre de 2022, hoy hace un año de la erupción del volcán Cumbre Vieja en La Palma, Islas Canarias.
Me llamo Toni Acosta, soy actriz y soy canaria. Yo estaba en ese momento en el Festival de Cine de San Sebastián presentando una serie y enfermé, enfermé de verdad, sentí tal dolor que me metí en la cama y no pude ir a la fiesta esa noche.
Soy de Tenerife, pero sentí que éramos una única isla. Que las 8 islas eran una solo, porque a cualquiera de las 8 le podía haber pasado lo mismo. Un volcán entra en erupción y hay que desalojar familias; la lava arrasa pueblos enteros y entierra casas y los recuerdos de toda una vida. En ese momento necesitaba ayudar. Necesitaba encontrar canales para hacer llegar dinero. Porque la gente se vuelca mandando comida, enseres, ropa y hay que agradecerlo. Pero soy canaria, y sé de las dificultades para hacer llegar la mercancía hasta La Palma.
Son muchas las acciones que se ponen en marcha para recaudar dinero y, a veces, me llaman como embajadora de la isla para hacer acto de presencia y dar voz a mis paisanos palmeros. Junto al Terrat y Cortefiel diseñamos una camiseta solidaria y fue el Padre Ángel, siempre al lado de los necesitados, quien se desplazó hasta la isla, para ofrecer consuelo a todos los afectados y repartir el dinero que recaudamos.
La noticia trascendió, lo que supuso que Cojebro nos otorgara su Premio Solidario, invitándome a la Gala Cultura y Seguro a recoger el cheche de treinta y tres mil euros, cantidad recaudada el año pasado gracias al Camino de Santiago Cojebro Solidario. Sí, treinta y tres mil euros. Cada año, Aseguradoras de su Panel y titulares y empleados de las diferentes corredurías que se agrupan en Cojebro se reúnen para hacer el Camino de Santiago y por cada km recorrido por cada peregrino, se dona un euro a una causa benéfica: el año pasado fue para Mensajeros de la Paz, del Padre Ángel, en favor de los damnificados del volcán de La Palma.
Durante el acto, Todo el tiempo di las gracias, pero además descubrí a unas personas que se reunían una vez al año para hacer un viaje a Santiago, que tiene más que ver con un viaje interior que con un viaje a ninguna otra parte. Me dejaron formar parte de esa sensación, no fue sólo recoger un premio, sentí que formaba parte del Camino, aunque sólo fuese en la última fase, la de hacer entrega del dinero. Descubrí miradas de complicidad y entusiasmo entre ellos al vivir una experiencia única pero conjunta y yo dije “Ay, yo quiero” y ellos, enseguida, dijeron “vente el año que viene, por favor” y yo dije “vale”. Y aquí estoy, escribiendo estas palabras a menos de 15 días de embarcarme en ese Camino que no sé muy bien a dónde me llevará. Acabaremos en Santiago de Compostela, por supuesto, pero ¿y a mí? ¿Dónde me llevará a mí?
Gracias infinitas por invitarme, estoy entusiasmada. Este año la Fundación elegida es la del Chef José Andrés que tantísimo ha hecho por los afectados de la Guerra de Ucrania. Si no hacéis el Camino también podéis participar con donaciones con el “km. 0”, algo así como la “fila 0” de las funciones solidarias. Así que, si estás leyendo esta tribuna y no puedes venir, anímate a hacer una donación.
¡Allá voy, Camino! Tengo curiosidad por saber a dónde me llevas.
Gracias, una vez más, Cojebro, por invitarme.
Toni Acosta.