La formación y la innovación tecnológica, los dos puntales del futuro de la profesión del mediador
El perfil profesional del mediador se caracteriza por su proactividad -siempre adelantándose al mercado y a las necesidades del cliente-, y por su creatividad, plasmada en potentes estrategias de comunicación y marketing con el objetivo de ofrecer productos más visibles y destacar de la competencia. Pero, además, hay dos aspectos que son claves para su futuro: la formación y la incorporación de las nuevas tecnologías en su día a día. A nivel académico, el corredor de seguros debe contar el título de Mediador de seguros Grupo A, exigido por la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP). Además, también debe disponer de una sólida formación y conocimientos específicos en materias relacionadas con el ámbito asegurador; la normativa aplicable en materia de protección de datos y derechos de los consumidores; un claro dominio de las técnicas relacionadas con la atención al cliente; conocimiento de las empresas de mediación de seguros y reaseguros: formas jurídicas, constitución, tipos de mediación, entre muchos otros aspectos. Las nuevas tecnologías, una gran oportunidad para el sector asegurador Por otra parte, se trata de un profesional que apuesta por la formación continuada, para estar al día de las novedades de su sector. Precisamente, hablando de innovación, cabe señalar que es crucial que el mediador apueste por las últimas tecnologías, para trabajar de forma más eficiente, analizar datos y planificar mejor la estrategia empresarial. No cabe duda que las TIC ya no son el futuro, son el presente. Por lo tanto, no puede quedarse al margen. En este sentido, los agentes y corredores deben estar presentes, por ejemplo, en las redes sociales con el objetivo de dar a conocer sus productos y servicios. También, es aconsejable que participen en foros de opinión relacionados con su actividad para convertirse en una referencia en el ámbito asegurador. En definitiva, los profesionales de este sector deben desarrollar una estrategia de digitalización coherente, con el objetivo de competir en el mercado y satisfacer las expectativas del cliente. Además, Internet abre un mundo de servicios a un coste mucho menor. Ahora bien, el uso de la red también conlleva riesgos como los ciberataques, que desafortunadamente causan pérdidas millonarias a muchas empresas. Ante esta situación, las compañías necesitan protegerse y es aquí, donde el mediador puede intervenir, sabiendo qué datos posee del cliente y anticipándose a posibles ataques o brechas de seguridad.