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Ahorrar

Este 2021 voy a ahorrar. ¿Qué seguro puede ayudarme?

Tras la incertidumbre que nos ha dejado 2020, este año con más razón, las familias se plantean ahorrar como una prioridad. Pero, ¿qué vehículos de ahorro son los más adecuados para conseguirlo? Uno de los productos que más ha crecido en los últimos años, son los seguros de ahorro junto con los fondos de inversión. Tradicionalmente, estos seguros eran ideales para perfiles conservadores, ya que, ofrecían un bajo riesgo, pero también una rentabilidad limitada. Pero en los últimos años, se ha producido un cambio de paradigma sobre todo, gracias a la aparición de los Planes Individuales de Ahorro Sistemático (PIAS) y los Unit Linked. Es decir, actualmente, en el mercado han surgido diferentes productos para aumentar tanto la rentabilidad como el riesgo que asumen. El resultado es que hoy podemos encontrar distintas modalidades de seguros de ahorro para toda una diversidad de perfiles, es decir, en función de las necesidades de cada familia. ¿Qué tipos de seguros de ahorro existen hoy en día? Hay varias fórmulas para invertir en seguros, cada una con sus propias características aunque con un denominador común: se realizan a través de un seguro de vida. Es decir, en caso de fallecimiento, el ahorro, los intereses y un capital adicional pasaría a los beneficiarios. Entre las distintas opciones encontramos: Los Planes de Previsión Asegurados (PPA). Se trata de un plan de pensiones asegurado que permite desgravar las aportaciones en el IRPF. Cabe recordar que este año la aportación máxima a los planes de pensiones, que se puede desgravar, será de 000 euros en lugar de 8.000. Los Planes Individuales de Ahorro Sistemático (PIAS). Es un producto pensado para que podáis realizar pequeñas aportaciones mensuales y así ahorrar a largo plazo. Su principal ventaja es que podéis recuperar vuestro dinero en cualquier momento. Es decir, su liquidez es total y no tendréis que esperar a jubilaros para acceder a vuestros ahorros. Ahora bien, si queréis obtener ventajas fiscales, tendrás que esperar por lo menos cinco años. Los planes de ahorro 5, denominados SIALP en su formato de seguros de ahorro, son una variante de los PIAS con mejor fiscalidad, si se mantiene la inversión durante cinco años, aunque con menor opción de buscar rentabilidades mayores. Los Unit linked. Vienen a ser como una póliza de vida que invierte en fondos de inversión y las rentas vitalicias, en las que se invierte, un capital inicial y se obtiene una renta mensual garantizada el resto de la vida. Ventajas e inconvenientes Sin duda, el seguro de ahorro nos ofrece la posibilidad de obtener una rentabilidad adicional para nuestro dinero eligiendo el riesgo que estamos dispuestos a asumir para el mismo. En el caso de los que ofrecen un tipo de interés predefinido, nos aportan la seguridad de saber el rendimiento que obtendremos con la garantía de una entidad aseguradora, supervisada por la Dirección General de Seguros. En los que el riesgo queda abierto en función de las inversiones, como los Unit linked, nos ofrecen flexibilidad junto con las ventajas que ofrece un seguro, como una protección parcial en caso de fallecimiento. Si estamos bien asesorados y elegimos el producto adecuado en función de nuestras necesidades, también podemos tener un mejor tratamiento fiscal. Entre las desventajas, en general, cabe señalar que determinados tipos de seguros de ahorro pueden contar con menor liquidez o con penalizaciones mayores por rescatar el dinero, frente a otras opciones como los fondos de inversión. A tener en cuenta en nuestra planificación financiera Los seguros de ahorro son  productos que debemos tener en cuenta al realizar nuestra planificación financiera. Sobre todo, cuando el bienestar y la estabilidad económica de nuestra familia depende de nuestros ingresos, ya que, en caso de fallecimiento los herederos tienen garantizada una cantidad fijada de antemano, además del rendimiento que se haya generado a partir de la prima del seguro de ahorro. También, pueden ser muy interesantes para determinados perfiles, por las ventajas que ofrecen algunos seguros de ahorro en función de cómo se recupera el dinero invertido. ¿Qué garantías me ofrecen? Podemos estar tranquilos, porque estos productos son comercializados por entidades aseguradoras, que están reguladas por la Dirección General de Seguros y Planes de Pensiones. No obstante, es clave que nos aseguremos que la entidad cuenta con una solvencia adecuada. Para ello, es del todo recomendable ponerse en manos de expertos, como nuestros corredores de seguros. Aunque no existe una cantidad mínima cubierta, como sí sucede con los depósitos; en el supuesto de que la aseguradora quebrara, el Consorcio de Compensación de Seguros se encargaría de la liquidación. Sin embargo, en el caso de los seguros de ahorro donde el tomador asume el riesgo de la inversión, como los Unit linked, se puede perder dinero con las inversiones realizadas. En definitiva, decidirse entre un producto de ahorro u otro no es una tarea sencilla. Pueden surgirnos dudas acerca de cuál nos conviene más. Por eso, lo más recomendable es que contéis con el asesoramiento de profesionales expertos como los corredores de Cojebro. De esta forma, podréis elegir la opción que mejor encaja con vuestros propósitos y necesidades.

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Ahorrar o invertir

Ahorrar o Invertir. ¿Qué opción te conviene más?

¿Sabías que los términos ahorrar e invertir suelen confundirse, a pesar que son dos conceptos bien diferentes? Es cierto que tanto una opción como la otra se relacionan, ya que, en ambas reservamos una cantidad de nuestros ingresos periódicos para un fin a largo plazo. Pero lo que cambia es, precisamente, el fin de ese dinero. Obviamente, lo de ahorrar no nos viene de nuevo. Ya desde pequeños, aprendimos a hacerlo, guardando una parte de dinero de la paga que nos daban nuestros padres en una hucha; para después poder gastarlo en algún que otro capricho. Cabe decir, que llegados a la edad adulta hay personas que siguen ahorrando de una forma parecida. Es decir, depositando un dinero en su cuenta corriente. Sin embargo, hacerlo de este modo, no les va a aportar beneficios porque ese dinero, al igual que el de la hucha, no va a crecer por sí mismo y, además, seguramente perderá valor a medida que pasa el tiempo, debido a la inflación. En cambio en la inversión, el dinero sí que está produciendo y, si está bien invertido, puede revalorizarse. De ahí que siempre se asocia la inversión con algo activo, con cierto riesgo, que busca el crecimiento. Sin embargo, el ahorro solemos asociarlo con algo pasivo, conservador y con voluntad de proteger el dinero. Como vemos, la diferencia principal entre ahorrar o invertir está en qué sucede con el dinero. Si queremos ahorrar, estaremos pensando en que a ese dinero que apartamos no le pase nada. Será una cantidad que la tendremos siempre disponible para emergencias y que esperamos que al menos no pierda valor. Por eso, si contratamos un producto de ahorro con nuestra aseguradora, como mínimo, tendríamos que intentar que produzca algunos intereses que eviten que el dinero se devalúe con el paso del tiempo. Invertir vs ahorrar: Rentabilidad frente a seguridad Ahorrar siempre nos da la seguridad que si necesitamos el dinero para ya, lo vamos a tener. Por ejemplo, si tenemos un imprevisto como: una avería en el coche, unas goteras en casa…, podremos echar mano de esos ahorros y hacer frente a esa eventualidad sin tener que recurrir a un producto de crédito, sin endeudarnos y sin gastos extraordinarios. Pero, debemos saber que mediante el ahorro nadie obtiene plusvalías y no se incrementa el capital. Con la inversión sí. Además, se puede invertir en cualquier tipo de actividad financiera, desde la bolsa, los fondos de pensiones y las acciones, hasta en sectores concretos de la economía como: el sector inmobiliario, la educación, el mercado de capitales o un negocio propio. Es decir, si decidimos invertir estaremos poniendo el dinero en circulación para obtener más beneficios y rentabilidad. Ahora bien, conlleva un riesgo y de la misma manera que es posible obtener rendimientos positivos o aumentar el capital, podemos encontrarnos con un revés en la economía, como los efectos de la actual crisis del COVID-19, que nos lleve a perder parte o todo el dinero invertido. Esto dependerá de los productos en los que hayamos invertido, ya que, también, podemos hablar de niveles de riesgo en las inversiones. Si invertimos en bienes tangibles, como por ejemplo, en vivienda o en tierras, veremos el fruto de las inversiones, lo podemos palpar; sabemos que está ahí. Lo podemos disfrutar y, en caso de necesidad, lo podemos vender. Pero llegado el momento de vender, nos podemos encontrar con que entonces vale menos de lo que valía cuando invertimos. Ese mismo concepto lo tenemos que trasladar a los productos que no vemos, como los fondos de inversión, la bolsa, etc. En esos casos, dependiendo del nivel de riesgo que asumamos, y en este caso -siempre es recomendable contar con el consejo experto, como el que pueden ofreceros nuestros corredores-, podemos invertir en valores más o menos seguros, que tengan una baja probabilidad de devaluarse con el tiempo; o bien, valores que reporten mayores beneficios a costa de correr un riesgo mayor, como el de encontrarnos un día con que hemos perdido parte de nuestra inversión. En realidad, la inversión y el ahorro son dos caras de una misma moneda, se trata de dos alternativas destinadas a preservar nuestro patrimonio; cuya eficacia y seguridad variarán en dependencia del propósito final de cada persona y de las decisiones que tome. En este sentido, como hemos comentado, si vuestro objetivo es incrementar vuestro dinero, la mejor opción es invertirlo. En cambio, si sólo queréis conservarlo y tenerlo a mano en caso de emergencia, la mejor alternativa es ahorrar. En definitiva, conociendo las principales características de ambas opciones y analizando vuestra situación personal, edad, perfil de riesgo, características familiares, etc.; os será más fácil decidiros por un instrumento u otro. En caso de dudas, en Cojebro contamos con corredores especializados en productos de ahorro e inversión, que os podrán asesorar para que elijáis la mejor solución para vosotros.

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Cómo ahorrar tras las vacaciones

Durante las vacaciones de verano no solemos reparar en gastos. Pero, como cada año, al llegar septiembre, volvemos a la realidad y comprobamos que nuestras finanzas se han quedado bastante resentidas. Por lo tanto, en los próximos meses, no nos queda otro remedio que revertir esta situación y planificar de nuevo el ahorro familiar. De esta manera, podremos encarar mejor la recta final del año. En líneas generales, se puede afirmar que España no destaca, precisamente, por ser un país ahorrador. Sólo hace falta mirar los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), los cuales demuestran que se ha producido un descenso de la tasa de ahorro de los hogares españoles. Actualmente, se sitúa en el 13,2% de su renta disponible en el segundo trimestre de este año, cifra 2,2 puntos inferior a la de hace sólo un año. Consejos cotidianos para reducir gastos Tras esta reflexión inicial, nos viene a la cabeza la siguiente pregunta: ¿cómo conseguimos gastar menos y guardar un poco de dinero cada mes? Sin duda, aplicar el sentido común ayuda. Pero además, también os facilitamos algunas recomendaciones para el día a día que os ayudarán a reducir vuestras facturas para poder tener algunos ahorros por si surge algún imprevisto, o por si queréis hacer una escapada cuando las vacaciones ya sólo sean un vago recuerdo. Aquí tenéis algunas ideas: Opciones de transporte más económicas. No cabe duda que desplazarnos en transporte público: metro, tren o autobús es la fórmula más económica. Ahora bien, si por los motivos que sean hemos decidido ir a trabajar en coche; un buen consejo de cara al ahorro, es compartir vehículo. De este modo, al viajar varias personas en un solo coche hacia un destino común, podréis repartir los gastos entre los ocupantes y también, cuidar el medio ambiente, ya que reduciréis las emisiones de CO₂. Bendito tupper. Si durante la jornada laboral, no tenemos tiempo de volver a casa para comer; una alternativa muy económica es llevar nuestra propia comida. Además de ser una opción más equilibrada y saludable, sustituiremos menús de restaurantes con precios que oscilan entre los 8 y 10 euros. Por lo tanto, llevando nuestra fiambrera o ‘tupper’ podremos llegar a ahorrar hasta 700 euros al año. Comprar en el supermercado. Sobre todo, no podemos olvidarnos de hacer una lista de la compra con lo que realmente necesitamos. Una vez en el super, debemos intentar reducir la compra de productos de primeras marcas y optar por las llamadas ‘marcas blancas’, de menor precio, pero de calidad bastante similar. Así, podremos llegar a disminuir el presupuesto destinado a la compra en hasta un 40%. Consumo razonable de calefacción y aire acondicionado. No es únicamente por una cuestión de ahorro, que es mucho al final del año, sino también para ser respetuosos con el medio ambiente. Un consumo responsable de la calefacción y el aire acondicionado es muy necesario y lo notaréis en vuestras facturas. Consumo responsable de la luz. Es un clásico, pero teniendo en cuenta que la factura de la luz es una de las más importantes del hogar y las constantes subidas de precios, hay que tenerlo presente y controlar este gasto. Una alternativa perfecta y que os ayudará a ser, además, mucho más ecológicos, es la sustitución de las bombillas tradicionales por lámparas LED. Éstas son mucho más longevas y consumen mucha menos energía. Tampoco podemos olvidar hacer siempre un uso responsable de la electricidad, apagando todas aquellas luces que no utilizamos; así como los dispositivos electrónicos cuando vamos a dormir. Estar al tanto de las ofertas y descuentos. Páginas webs y portales como los outlets online, las tiendas virtuales… Son herramientas fundamentales para ahorrar. Por este motivo, las webs de descuentos o de ofertas de última hora han ganado más protagonismo.   Además de aplicar estos consejos útiles para conseguir ser más ahorradores, en Cojebro también os podemos asesorar y recomendar los mejores seguros para que consigáis hacer crecer vuestros ahorros.

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Ahorrar en verano

Ahorrar en vacaciones es posible

Ya están aquí las vacaciones de verano y la mayoría aprovechamos para viajar, descubrir nuevos países, culturas, gastronomía… Ahora bien, ¿es posible disfrutar de unas buenas vacaciones sin gastar en exceso? En general, parece que si no gastamos grandes cantidades de dinero, no podemos disfrutar a lo grande. Pero, esta afirmación no es del todo cierta. Existen varias alternativas para que podamos vivir unos días de desconexión inolvidables sin tener que despilfarrar. Algunos consejos para evitar malgastar Establecer un presupuesto. Es importante que dediquemos suficiente tiempo a confeccionarlo. De la misma forma que preparamos las visitas y rutas que vamos a hacer en un país desconocido consultando por Internet, en guías de viaje…, también tenemos que planificar financieramente nuestros días de descanso. De esta manera, podremos ver hasta dónde podemos llegar y qué nos podemos permitir realmente. Anticiparse. Es decir, preparar nuestras vacaciones con la máxima antelación Así evitaremos sufrir el incremento de los precios de los vuelos cuando se acerca la fecha de salida de los mismos. En algunas webs, las reservas anticipadas tienen descuentos de hasta el 50 %. Si navegamos un poco por la red, también podemos buscar empresas que no cobren gastos de gestión ni de administración y que apliquen descuento por reservar online. Otro consejo es combinar la reserva del alojamiento con el vuelo mediante una aerolínea low cost, lo que permite ahorrar hasta un 40% con respecto a las compañías convencionales. En este sentido, debemos estar atentos a los posibles descuentos que ofrecen algunas aerolíneas. Un ejemplo son las millas en las compañías aéreas. Elegir el alojamiento más idóneo. Como todos sabemos, dormir en un hotel muy céntrico sale más caro que en las afueras. Por otra parte, si tenemos en cuenta la categoría, evidentemente no es lo mismo alojarse en un hotel de 5 estrellas que en un albergue. Ahora bien, a pesar de la existencia de ciertos prejuicios, hay muchos hostales, pensiones o campings que no tienen nada que envidiar a algunos hoteles de categoría media. Para salir de dudas, es muy recomendable leer los comentarios que los usuarios dejan en las páginas webs, ya que nos ayudarán a hacernos una idea y decantarnos por la opción que más nos conviene. Controlar los gastos de las dietas. Las comidas y cenas suelen suponer un coste bastante elevado. Por eso, también debemos tener en cuenta qué nos conviene más. De entrada, os recomendamos no descartar las ofertas de habitación con desayuno incluido, ya que así evitaremos gastarnos en demasía por tomar un café y poco más. Evidentemente, estamos de vacaciones y a todos nos apetece darnos el capricho de comer fuera y probar la gastronomía local en aquel restaurante que aparece recomendado en la guía. Ahora bien, para evitar derrochar una buena opción es combinar. Es decir, si hemos comido fuera, pues podemos cenar en el hotel comprando algo en el supermercado más cercano. Otros aspectos a considerar para que no nos llevemos un disgusto al consultar nuestra cuenta, al volver de vacaciones son: El uso del teléfono móvil. En este sentido, debemos tener en cuenta que fuera de la Unión Europea -donde no se aplica roaming-, los costes pueden ser muy elevados. Así pues, debemos consultar previamente, la tarifa que nos aplicarían y averiguar si existe alguna posibilidad de ahorro contratando alguna oferta o limitando su uso. Una buena idea es usar el WiFi público o del hotel y gestionar llamadas a través de este servicio de datos gratuito. Cuidado con las comisiones de las tarjetas. La mayoría de las tarjetas, no todas, cobran una comisión por pago en otra divisa. Por lo tanto, buscaremos la forma más económica. Si no puede ser una tarjeta sin comisiones, intentaremos utilizar -en la medida de lo posible-, dinero en efectivo sobre todo en pequeñas transacciones. Vigilar los gastos no planificados. Parece que no se puedan controlar, pero al contrario; lo podemos hacer si destinamos una partida del presupuesto a gastos inesperados. Nos referimos a: excursiones de última hora, museos, ropa… Lo ideal es indicar una cantidad fija para que no se disparen. Por último, tanto si viajamos dentro de España como por Europa o por algunos países más lejanos o exóticos; os recomendamos hacerlo con un seguro de viaje, ya que también nos va a permitir ahorrar y mucho, en caso de producirse algún incidente. Este tipo de pólizas nos dan cobertura ante una emergencia sanitaria, cancelación o demora de vuelos, pérdida de equipaje, etc., entre otros aspectos. Así pues si queremos viajar con más garantías, no podemos olvidarnos de llevarlo con nosotros. En caso de dudas, os recomendamos que os pongáis en contacto con nuestros profesionales.

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Seguro de vida

¿Cómo elijo el mejor seguro de vida-ahorro?

La mayoría conocemos el seguro de vida riesgo, ya que se suele contratar cuando se tienen hijos y también con la hipoteca. En caso de que ocurra un fallecimiento o, si se contrata una invalidez, la compañía indemniza a la familia del asegurado en el supuesto del fallecimiento o al propio asegurado en caso de invalidez. Pero, ¿sabías que además de indemnizar, existen seguros de vida que puedes utilizar para ahorrar? Una de las características propias del seguro de vida-ahorro es que reúne las ventajas de los seguros de vida riesgo y de los planes de ahorro. Además, podrás realizar aportaciones con frecuencia definida o bien, cuando te vaya mejor. Otro aspecto positivo es que son productos que ofrecen una garantía en todo momento, ya que el capital se puede recuperar de forma parcial o total y en caso de producirse un fallecimiento se cobra el capital asegurado y el ahorro aportado. Según datos de Unespa: 9,7 millones de personas tienen contratado un seguro de vida-ahorro. Sin duda, su papel es muy importante, sobre todo porque es un producto muy empleado para acumular ahorro para el futuro y muy especialmente de cara a la jubilación. De hecho, unos 5,2 millones de personas recurren a este seguro para tener unos ahorros con los que disfrutar en su época de retiro. El seguro de vida-ahorro te evita disgustos Una de las características más propias del seguro de vida-ahorro español es la garantía de rentabilidad. Esto quiere decir que la aseguradora y su cliente establecen un entorno de ahorro a largo plazo (incluso décadas), durante el cual el asegurador garantiza un rendimiento anual mínimo para lo aportado. Por lo tanto, este producto es ideal para no llevarte sorpresas desagradables. De esta forma, no tendrás que estar pendiente de la prima de riesgo, la Bolsa u otras noticias económicas. Distintas modalidades de ahorro  A la hora de elegir tu seguro de vida-ahorro debes tener en cuenta que existen varias modalidades en el mercado. Algunos ejemplos de este tipo de productos son: Plan de previsión asegurado (PPA). Se trata de un seguro de vida con los mismos requisitos y el mismo tratamiento fiscal que los planes de pensiones. Su límite máximo de aportación son 8.000 euros anuales, que puedes reducirte en la base imponible del IRPF. La diferencia es que garantizan un tipo de interés mínimo, por lo que es un instrumento de ahorro perfecto para los perfiles más conservadores, ya que la prestación a recibir nunca va a ser inferior a lo aportado. Actualmente, los PPA cuentan con más de un millón de asegurados y un volumen de patrimonio cercano a los 13.000 millones de euros, según Unespa. El plan individual de ahorro sistemático (PIAS). Es un producto de ahorro a largo plazo que garantiza ciertas ventajas fiscales, siempre y cuando se recupere en forma de renta vitalicia. No es un producto necesariamente destinado a la jubilación, aunque se suele utilizar cuando los trabajadores empiezan su retiro laboral. A diferencia de los planes de pensiones y PPA, las aportaciones no pueden reducirse en la base imponible del IRPF, pero los rendimientos acumulados están exentos si se cobra en forma de renta vitalicia. Su límite máximo de aportación, independiente del de otros productos, son 8.000 euros anuales. En la actualidad, hay 1,7 millones de asegurados con PIAS. El volumen de ahorro acumulado asciende a 9.800 millones de euros. Los seguros individuales de ahorro a largo plazo (SIALP). En este caso, son similares en ventajas fiscales a los PIAS, pero no es necesario percibirlos en forma de renta para disfrutar de ellos. Cada cliente sólo puede ser titular de un plan de estas características, con un límite máximo de aportación anual de 5.000 euros, independiente del de otros productos. Los SIALP tienen unos 450.000 asegurados con un volumen de ahorro de 1.700 millones de euros. En definitiva, en función de nuestras características familiares y necesidades de ahorro elegiremos una modalidad u otra. Si tienes cualquier duda sobre la rentabilidad de estos productos de ahorro; te recomendamos que te pongas en contacto con nuestros profesionales para conocer las mejores opciones en función de tu perfil.

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