¿Cómo actuar en caso de sufrir un accidente de tráfico?
La mayoría de veces cuando vamos circulando con nuestro vehículo, no solemos pensar que podemos tener un accidente. A pesar de haber visto muchas campañas de la DGT que nos advierten constantemente del riego de siniestros en autopistas, autovías, carreteras o vías secundarias, siempre, cuando suceden, llegan de forma inesperada. A veces, ‘la culpa’ es nuestra, porque atendemos una llamada o contestamos un WhatsApp, o bien porque ponemos la dirección en el GPS mientras vamos al volante o por las prisas traicioneras… Pero, también puede ocurrir cuando no tenemos nada que ver… Es decir, que la causa del accidente sea por falta de mantenimiento de nuestro vehículo, por condiciones climatológicas adversas o simplemente, por irresponsabilidad de otro conductor. Proteger, avisar y socorrer Ahora bien, sea por lo que sea, es importante que una vez que se haya producido el siniestro, ante todo mantengamos la calma. Es decir, que evitemos que se apodere de nosotros, el nerviosismo y la inseguridad, típicos en estas situaciones. Para conseguirlo debemos tener presente el P.A.S, cuyas siglas se corresponden con las actuaciones que de forma ordenada tenemos que ir realizando cuando asistimos: P de proteger, A de avisar y S de socorrer. Según datos de la DGT, cada año mueren en las carreteras muchas personas por parar a ayudar a los accidentados sin tener en cuenta unas mínimas precauciones. Por lo tanto, en primer lugar, debemos autoprotegernos, es decir, estar seguros que cuando vamos a prestar ayuda no estamos poniendo en peligro nuestra propia vida, de tal forma que si existe un riesgo grave deberemos abstenernos de actuar. Cabe recordar que es extremadamente peligroso permanecer en la calzada, acceder a un vehículo en llamas, etc. Por eso, es fundamental que valoremos la situación antes de actuar, con el fin de evitar que suframos un nuevo accidente. Recordad siempre utilizar prendas reflectantes, ya que aumentarán vuestra visibilidad. Señalizar la zona cuanto antes Teniendo en cuanta estas precauciones, evitaremos que se produzcan nuevos accidentes. Siempre es preciso que señalicemos adecuadamente y cuanto antes la zona colocando los triángulos -a 50 metros por delante y detrás del vehículo-; encendiendo las luces de emergencia; las de posición y por supuesto, aparcando el coche en un lugar seguro para no entorpecer la circulación o provocar nuevos accidentes. También, es clave identificar peligros –si existe riegos de incendio, manchas de gasolina…-, así aparte de evitar nuevos accidentes, también podremos proporcionar una información más completa a los servicios de emergencia. En resumen, en esta primera fase debemos autoprotegernos, señalizar e identificar peligros. El siguiente paso es llamar al servicio de emergencias médicas. Se trata de una de las actuaciones más importantes que podemos realizar si presenciamos un accidente, ya que, es la que pone en marcha la cadena asistencial y en muchos casos la supervivencia del herido depende de la rapidez y de la forma en la que se realice esta llamada. En España debemos marcar el 112. Muy importante tener presente que el tiempo es fundamental, sobre todo si el accidentado tiene compromiso vital, así que solicitaremos ayuda cuanto antes. El tercer y último paso es el de socorrer a los heridos. Siempre debemos ser extremadamente cuidadosos con el fin de no añadir lesiones a las previamente existentes. A la hora de practicar una maniobra RCP de reanimación cardiopulmonar, también hay que tener en cuenta ciertas particularidades, si el herido presenta lesiones a nivel de columna cervical. Debemos evitar mover al accidentado mientras no sea estrictamente necesario, en caso de tenerlo que hacer siempre debemos mantener el eje cabeza-cuello-tronco. Esto significa mover al individuo en bloque, evitando desplazamientos de la cabeza o el cuello con respecto al tronco. En caso de motoristas, como normal general no debemos quitarles el casco. Si fuera preciso retirarlo para atender su respiración, tenemos que conocer y emplear una técnica específica para hacerlo sin riesgo para el accidentado. En principio puede parecer contradictorio el pensar que debes atender a los heridos en última instancia. Pero, se ha demostrado que en las ocasiones en las que se actúa directamente, no sólo la asistencia se retrasa, sino que se expone a los accidentados y al resto de vehículos, a peligros innecesarios. Por eso, es importante seguir este orden. Un buen seguro de auto es de gran ayuda En el mercado ya sabemos que existen varias modalidades de seguros de coche y moto. En función de la que tengamos; dispondremos de más o menos coberturas. Es decir, no es lo mismo un seguro a terceros que uno a todo riesgo. Sea como sea, tras el accidente, enviaremos una copia a nuestro corredor del parte o el atestado. Con estos documentos se podrá iniciar el trámite con la compañía de seguros que incluye el peritaje de los daños y la reparación o pago de indemnización. Os recomendamos que os pongáis en contacto con vuestro corredor para que sepáis de primera mano los pasos a seguir y que está o no cubierto. En definitiva, todo accidente de coche, desde el más simple hasta el más grave es una mala experiencia. Por eso, os aconsejamos conducir de forma responsable, extremando la precaución y con la máxima atención puesta en la carretera. Si tenéis dudas sobre los seguros de auto, en Cojebro podemos informaros sobre las mejores pólizas para vuestro vehículo, en función de vuestras necesidades.
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