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Ahorrar

Cómo ahorrar tras las vacaciones

Durante las vacaciones de verano no solemos reparar en gastos. Pero, como cada año, al llegar septiembre, volvemos a la realidad y comprobamos que nuestras finanzas se han quedado bastante resentidas. Por lo tanto, en los próximos meses, no nos queda otro remedio que revertir esta situación y planificar de nuevo el ahorro familiar. De esta manera, podremos encarar mejor la recta final del año. En líneas generales, se puede afirmar que España no destaca, precisamente, por ser un país ahorrador. Sólo hace falta mirar los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), los cuales demuestran que se ha producido un descenso de la tasa de ahorro de los hogares españoles. Actualmente, se sitúa en el 13,2% de su renta disponible en el segundo trimestre de este año, cifra 2,2 puntos inferior a la de hace sólo un año. Consejos cotidianos para reducir gastos Tras esta reflexión inicial, nos viene a la cabeza la siguiente pregunta: ¿cómo conseguimos gastar menos y guardar un poco de dinero cada mes? Sin duda, aplicar el sentido común ayuda. Pero además, también os facilitamos algunas recomendaciones para el día a día que os ayudarán a reducir vuestras facturas para poder tener algunos ahorros por si surge algún imprevisto, o por si queréis hacer una escapada cuando las vacaciones ya sólo sean un vago recuerdo. Aquí tenéis algunas ideas: Opciones de transporte más económicas. No cabe duda que desplazarnos en transporte público: metro, tren o autobús es la fórmula más económica. Ahora bien, si por los motivos que sean hemos decidido ir a trabajar en coche; un buen consejo de cara al ahorro, es compartir vehículo. De este modo, al viajar varias personas en un solo coche hacia un destino común, podréis repartir los gastos entre los ocupantes y también, cuidar el medio ambiente, ya que reduciréis las emisiones de CO₂. Bendito tupper. Si durante la jornada laboral, no tenemos tiempo de volver a casa para comer; una alternativa muy económica es llevar nuestra propia comida. Además de ser una opción más equilibrada y saludable, sustituiremos menús de restaurantes con precios que oscilan entre los 8 y 10 euros. Por lo tanto, llevando nuestra fiambrera o ‘tupper’ podremos llegar a ahorrar hasta 700 euros al año. Comprar en el supermercado. Sobre todo, no podemos olvidarnos de hacer una lista de la compra con lo que realmente necesitamos. Una vez en el super, debemos intentar reducir la compra de productos de primeras marcas y optar por las llamadas ‘marcas blancas’, de menor precio, pero de calidad bastante similar. Así, podremos llegar a disminuir el presupuesto destinado a la compra en hasta un 40%. Consumo razonable de calefacción y aire acondicionado. No es únicamente por una cuestión de ahorro, que es mucho al final del año, sino también para ser respetuosos con el medio ambiente. Un consumo responsable de la calefacción y el aire acondicionado es muy necesario y lo notaréis en vuestras facturas. Consumo responsable de la luz. Es un clásico, pero teniendo en cuenta que la factura de la luz es una de las más importantes del hogar y las constantes subidas de precios, hay que tenerlo presente y controlar este gasto. Una alternativa perfecta y que os ayudará a ser, además, mucho más ecológicos, es la sustitución de las bombillas tradicionales por lámparas LED. Éstas son mucho más longevas y consumen mucha menos energía. Tampoco podemos olvidar hacer siempre un uso responsable de la electricidad, apagando todas aquellas luces que no utilizamos; así como los dispositivos electrónicos cuando vamos a dormir. Estar al tanto de las ofertas y descuentos. Páginas webs y portales como los outlets online, las tiendas virtuales… Son herramientas fundamentales para ahorrar. Por este motivo, las webs de descuentos o de ofertas de última hora han ganado más protagonismo.   Además de aplicar estos consejos útiles para conseguir ser más ahorradores, en Cojebro también os podemos asesorar y recomendar los mejores seguros para que consigáis hacer crecer vuestros ahorros.

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seguro de viajes

Asegura tus vacaciones con tu póliza de viaje

Hay quien planea las vacaciones con un año de antelación y también, quien lo deja para el último momento. Ahora bien, si este verano vas a viajar al extranjero; no te olvides de llevar contigo un seguro de viaje. Este producto asegurador te permite viajar protegido y tranquilo para que disfrutes sin preocupaciones de tu escapada. De hecho, ofrece coberturas prácticamente en todo el mundo, para que siempre puedas contar con la mejor asistencia y protección. Dichas coberturas se adaptan tanto a la duración como al destino elegido y también, a la finalidad del mismo, ya sea por ocio o trabajo. Puede incluir una amplia variedad de prestaciones, como por ejemplo: la posibilidad de cancelar el viaje o interrumpirlo; recibir asistencia médica de emergencia o evitar hacer frente a los gastos médicos que puedan necesitarse a lo largo de la estancia. Así, este seguro te cubre los riesgos previos pero también, los imprevistos que puedan surgirte en su transcurso. Las principales coberturas del seguro de viaje Así pues, el seguro de viaje te da respuesta ante las incidencias más habituales que pueden ocurrirte, cuando estás fuera de casa. Entrando en más detalle, sus principales coberturas pueden resumirse en: Asistencia médica. Inevitablemente, cuando estás de viaje, puedes enfermar o tener una emergencia médica. Si dispones de un seguro de este tipo, recibirás la atención sanitaria necesaria. Cabe decir que en el extranjero, las políticas sanitarias son diferentes de las españolas y a veces, tu Tarjeta Sanitaria no tendrá efectos en algunos países europeos -y no tendrá ningún efecto fuera de la UE-. Por lo tanto, esto puede suponer un elevado coste económico, si necesitas ser atendido en el extranjero, sobre todo en destinos como Estados Unidos o Asia. Cancelación o demora de vuelos. Sin duda, que cancelen tu vuelo puede arruinarte todo el viaje. Pero, si cuentas con un seguro de viaje con esta cobertura, todos los gastos quedarán cubiertos, en caso de anulación del mismo. Así tendrás la posibilidad de coger otro vuelo para poder llegar a tu destino lo antes posible. En caso de demora, también te reembolsarán los gastos adicionales de alojamiento, comidas y transporte. Equipaje perdido. Llegar a tu destino de vacaciones y que no aparezca tu maleta o bien, que te hayan robado parte de lo que contenía es todo un disgusto. Ahora bien, si dispones de una póliza de viaje, te indemnizarán en función de los límites previstos. Además, la compañía suele ayudarte a localizar el equipaje y a enviártelo al hotel o a tu vivienda. Y si lo necesitas, puede ofrecerte asesoramiento sobre cómo presentar una denuncia. En algunas ocasiones, esta cobertura es más extensa y te pueden indemnizar, incluso si los objetos robados estaban en la habitación del hotel o en el interior de tu vehículo. Defensa Jurídica. Otra cobertura es la de Responsabilidad Civil y Defensa Jurídica fuera de España. Con ella, podrás recibir asesoramiento jurídico telefónico y tener cubiertos los gastos de defensa legal, así como, el anticipo de la fianza judicial. Anulación del viaje. La vida da muchas vueltas y puede que después de organizar un viaje, preparar las fechas, el destino y tenerlo todo a punto…, surjan imprevistos de fuerza mayor que te obliguen a cancelar tu escapada. Ahora bien, si cuentas con esta póliza, podrás recuperar toda o parte de tu inversión. Si el motivo de la anulación es por enfermedad; accidentes o fallecimiento de familiares de primer grado; citaciones para una intervención quirúrgica grave; citación como miembro de mesa electoral; despido, etc., te devolverán todo tu dinero. En definitiva vayas donde vayas; no te olvides de llevar contigo tu seguro de viaje. Si tienes cualquier duda, en Cojebro podemos asesorarte para que elijas la opción que más te conviene.

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Ahorrar en verano

Ahorrar en vacaciones es posible

Ya están aquí las vacaciones de verano y la mayoría aprovechamos para viajar, descubrir nuevos países, culturas, gastronomía… Ahora bien, ¿es posible disfrutar de unas buenas vacaciones sin gastar en exceso? En general, parece que si no gastamos grandes cantidades de dinero, no podemos disfrutar a lo grande. Pero, esta afirmación no es del todo cierta. Existen varias alternativas para que podamos vivir unos días de desconexión inolvidables sin tener que despilfarrar. Algunos consejos para evitar malgastar Establecer un presupuesto. Es importante que dediquemos suficiente tiempo a confeccionarlo. De la misma forma que preparamos las visitas y rutas que vamos a hacer en un país desconocido consultando por Internet, en guías de viaje…, también tenemos que planificar financieramente nuestros días de descanso. De esta manera, podremos ver hasta dónde podemos llegar y qué nos podemos permitir realmente. Anticiparse. Es decir, preparar nuestras vacaciones con la máxima antelación Así evitaremos sufrir el incremento de los precios de los vuelos cuando se acerca la fecha de salida de los mismos. En algunas webs, las reservas anticipadas tienen descuentos de hasta el 50 %. Si navegamos un poco por la red, también podemos buscar empresas que no cobren gastos de gestión ni de administración y que apliquen descuento por reservar online. Otro consejo es combinar la reserva del alojamiento con el vuelo mediante una aerolínea low cost, lo que permite ahorrar hasta un 40% con respecto a las compañías convencionales. En este sentido, debemos estar atentos a los posibles descuentos que ofrecen algunas aerolíneas. Un ejemplo son las millas en las compañías aéreas. Elegir el alojamiento más idóneo. Como todos sabemos, dormir en un hotel muy céntrico sale más caro que en las afueras. Por otra parte, si tenemos en cuenta la categoría, evidentemente no es lo mismo alojarse en un hotel de 5 estrellas que en un albergue. Ahora bien, a pesar de la existencia de ciertos prejuicios, hay muchos hostales, pensiones o campings que no tienen nada que envidiar a algunos hoteles de categoría media. Para salir de dudas, es muy recomendable leer los comentarios que los usuarios dejan en las páginas webs, ya que nos ayudarán a hacernos una idea y decantarnos por la opción que más nos conviene. Controlar los gastos de las dietas. Las comidas y cenas suelen suponer un coste bastante elevado. Por eso, también debemos tener en cuenta qué nos conviene más. De entrada, os recomendamos no descartar las ofertas de habitación con desayuno incluido, ya que así evitaremos gastarnos en demasía por tomar un café y poco más. Evidentemente, estamos de vacaciones y a todos nos apetece darnos el capricho de comer fuera y probar la gastronomía local en aquel restaurante que aparece recomendado en la guía. Ahora bien, para evitar derrochar una buena opción es combinar. Es decir, si hemos comido fuera, pues podemos cenar en el hotel comprando algo en el supermercado más cercano. Otros aspectos a considerar para que no nos llevemos un disgusto al consultar nuestra cuenta, al volver de vacaciones son: El uso del teléfono móvil. En este sentido, debemos tener en cuenta que fuera de la Unión Europea -donde no se aplica roaming-, los costes pueden ser muy elevados. Así pues, debemos consultar previamente, la tarifa que nos aplicarían y averiguar si existe alguna posibilidad de ahorro contratando alguna oferta o limitando su uso. Una buena idea es usar el WiFi público o del hotel y gestionar llamadas a través de este servicio de datos gratuito. Cuidado con las comisiones de las tarjetas. La mayoría de las tarjetas, no todas, cobran una comisión por pago en otra divisa. Por lo tanto, buscaremos la forma más económica. Si no puede ser una tarjeta sin comisiones, intentaremos utilizar -en la medida de lo posible-, dinero en efectivo sobre todo en pequeñas transacciones. Vigilar los gastos no planificados. Parece que no se puedan controlar, pero al contrario; lo podemos hacer si destinamos una partida del presupuesto a gastos inesperados. Nos referimos a: excursiones de última hora, museos, ropa… Lo ideal es indicar una cantidad fija para que no se disparen. Por último, tanto si viajamos dentro de España como por Europa o por algunos países más lejanos o exóticos; os recomendamos hacerlo con un seguro de viaje, ya que también nos va a permitir ahorrar y mucho, en caso de producirse algún incidente. Este tipo de pólizas nos dan cobertura ante una emergencia sanitaria, cancelación o demora de vuelos, pérdida de equipaje, etc., entre otros aspectos. Así pues si queremos viajar con más garantías, no podemos olvidarnos de llevarlo con nosotros. En caso de dudas, os recomendamos que os pongáis en contacto con nuestros profesionales.

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Protege tu identidad digital

Cuentas en redes sociales, direcciones de correo electrónico, comentarios en redes sociales (Facebook, Twitter, Instagram, LinkedIn…), fotos publicadas on line (redes sociales, Messenger, videos, presentaciones que se puedan visualizar en internet… nuestra identidad digital no es nuestro DNI digital, es el rastro que dejamos como usuarios en los diferentes canales o formatos que se pueden utilizar en internet. Y se debe proteger con el mismo celo que tenemos de que no nos roben la cartera o la casa. Es necesario tener algunas precauciones para evitar sorpresas desagradables así que antes de dejar el hogar: 1. Actualizaremos las contraseñas Es una medida básica de ciberseguridad. Cada 6 meses debemos modificar nuestra contraseña. Lo recomendable es que esté compuesta de 8 caracteres (números, letras y caracteres especiales como ¿!+). La contraseña no debe ser siempre la misma para todo tipo de cuentas. Es importante cambiarlas pero también es cierto que no todos tenemos una prodigiosa mente capaz de almacenarlas todas. No sufráis, existen gestores de contraseñas que están para eso: Algunas opciones son Dashlane (para Windows) y 1Password (para MacOS). Y si es difícil pensar en cuántas cuentas tenemos y dónde, porque lo habitual es memorizarla en el ordenador los navegadores de internet se convierten en aliados. Google Chrome y Firefox, por ejemplo, permiten exportar todas las contraseñas guardadas. 2. Tendremos el software al día. Esos “avisos” de actualización que se van recibiendo en el ordenador no son para ser ignorados. Las actualizaciones de programas, apps, navegadores o sistemas operativos sirven para añadir funcionalidades, interface ¡y también incluyen mejoras de seguridad! 3. Haremos copias de seguridad. El robo de información personal es un objetivo de los ciberataques así que si no queremos perder esos archivos o configuraciones fundamentales para nosotros es básico hacer copias de seguridad de manera periódica y, a ser posible, en la nube. Si la información es sensible, hay que asegurar que las copias de seguridad utilicen sistemas de cifrado. 4. Comprobaremos que tenemos un antivirus ¡al día! Y es que no basta con tener ese filtro llamado ‘antivirus’. Tiene que estar actualizado. El antivirus elimina el software malicioso o malware que puede colarse durante la navegación en sitios poco seguros o cuando se abre un mail que “aparentemente” envía un conocido. Los trucos de los ciberatacantes para entrar en dispositivos y cuentas electrónicas son muy variados y uno de ellos es a través de la libreta de direcciones de nuestros contactos. 5. Evitaremos las Wi-fi públicas o compartidas Son una tentación, sobre todo, si estamos de viaje o en largas esperas en espacios/edificios públicos pero si tenemos que introducir una contraseña en algún momento esa es una de las oportunidades de oro de los ciberatacantes para hacerse con nuestra password. El riesgo es demasiado alto. 6. Nos protegeremos con un seguro Hay soluciones aseguradoras contra el ciberriesgo. Cojebro aconseja consultar con nuestro mediador de seguros para confirmar si estamos cubiertos en este aspecto y poder disfrutar tranquilos del abanico de posibilidades de la era digital.

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